Apnea del sueño: descubren por qué empeora durante el fin de semana

El fin de semana nos acostamos más tarde. Puede que tomemos alcohol y que nos alimentemos peor. Puede que durmamos más, y que también nos levantemos más tarde.

Tener hábitos distintos, lo que por lo general lleva a que el lunes nos cueste “acomodarnos”, es conocido como jet lag social.

Y ahora se descubrió que este contraste en los hábitos puede ejercer otro efecto, como el de empeorar la apnea obstructiva del sueño (AOS), un trastorno que aumenta el riesgo de presión arterial alta, derrame cerebral, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2, además de impedir el correcto descanso.

Así lo señala un nuevo estudio internacional, que investigadores de la Universidad de Flinders, en Australia, realizaron en base a datos de alrededor de 70 mil personas.

El trabajo habla de la apnea social como “una nueva tendencia en la medicina del sueño”, que hace referencia al agravamiento “constante y significativo” durante el fin de semana de la AOS, asociado a elecciones de estilo de vida y patrones de sueño irregulares.

“La apnea del sueño ya es un importante problema de salud pública, pero nuestros hallazgos sugieren que su verdadero impacto puede estar subestimado”, advierte Lucía Pinilla, autora principal del trabajo que fue publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, e investigadora del Instituto de Investigación Médica y de Salud Flinders (FHMRI, por sus siglas en inglés).

Para dimensionar el impacto del hallazgo, Pinilla explica que el incremento de trastornos respiratorios del sueño durante el fin de semana puede aumentar el riesgo de sufrir graves problemas de salud.

Qué es la apnea obstructiva del sueño

La AOS es un trastorno del sueño común que afecta a alrededor de mil millones de personas en todo el mundo. Se debe al colapso repetido de las vías respiratorias durante el sueño y, si no se trata, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión, demencia, fatiga extrema y accidentes automovilísticos y de otro tipo.

“Las personas preocupadas por su sueño deberían consultar con su médico de cabecera”, dicen los autores. Teniendo en cuenta su alta prevalencia y su elevado subdiagnóstico, este consejo adquiere aún más relevancia.

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¿Cómo advertir un trastorno que es silente, es decir, que la persona lo hace sin notarlo? En un artículo publicado en esta sección sobre el tema, Stellla Maris Valiensi, doctora en Neurología de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño (AAMS) y del Hospital Italiano de Buenos Aires, daba algunas claves.

“Si bien hay manifestaciones diurnas y nocturnas, como las pausas respiratorias, es muchas veces el compañero o la compañera de cama quien advierte la cuestión ya que escucha que la persona está roncando, de pronto hace un silencio, vuelve a roncar y así sucesivamente”, señalaba.

En cifras

El estudio halló que:

  • Los participantes tenían un 18% más de probabilidades de tener AOS de moderada a severa los fines de semana (sábados) en comparación con la mitad de la semana (miércoles).
  • Los cambios en los horarios de sueño, como quedarse despierto hasta tarde los fines de semana o dormir más, empeoraron la apnea del sueño.
  • Dormir 45 minutos adicionales o más los fines de semana aumentó el riesgo de padecer apnea del sueño más grave en casi la mitad de los participantes. Los hombres tenían un 21% más de probabilidades de verse afectados, en comparación con un aumento del 9% en las mujeres.
  • Los adultos más jóvenes (menores de 60 años) tenían un riesgo 24% mayor los fines de semana, en comparación con el 7% de los de 60 años o más.

Implicancias

Danny Eckert, director de Salud del Sueño del FHMRI y autor principal del artículo, dice que esta es la primera evidencia de que la gravedad de la AOS aumenta durante el fin de semana.

“Aún no sabemos exactamente por qué, pero el consumo de alcohol, un sueño más ligero y un uso menos constante de terapias para la AOS probablemente influyan”, analiza.

Acostarse tarde y tomar alcohol, dos de los hábitos que empeoran la apnea obstructiva del sueño. Foto Shutterstock.Acostarse tarde y tomar alcohol, dos de los hábitos que empeoran la apnea obstructiva del sueño. Foto Shutterstock.

Por su parte, Bastien Lechat, autor principal de un artículo independiente recientemente publicado en la prestigiosa revista Nature’s Communications Medicine, ya señalaba que mecanismos similares pueden impulsar la variabilidad estacional en la gravedad de la AOS.

“La apnea obstructiva del sueño tiende a empeorar durante el verano y el invierno, y su gravedad aumenta entre un 8 y un 19% en comparación con la primavera y el otoño”, afirma.

Este aumento estacional se explica en parte por las temperaturas más altas, que interrumpen el sueño y provocan fases de sueño más ligeras, lo que se asocia con un peor AOS. En invierno, dormir más y despertarse más tarde aumenta el tiempo de sueño REM, lo que también se relaciona con una mayor frecuencia de episodios de apnea.

Según la mirada de Eckert, estos hallazgos se alinean con el concepto de “apnea social” y resaltan la necesidad de evaluaciones del sueño durante varias noches y enfoques más personalizados para el diagnóstico y el tratamiento.

Mejorar las pruebas de diagnóstico

En esta dirección, los investigadores explican que la mayoría de las pruebas de diagnóstico clínico se realizan en una sola noche, generalmente entre semana, evitando el efecto del fin de semana, denominado apnea social.

Hay 18% más de probabilidades de tener AOS de moderada a severa los fines de semana. Foto Shutterstock.Hay 18% más de probabilidades de tener AOS de moderada a severa los fines de semana. Foto Shutterstock.

“Basar en un estudio del sueño de una sola noche puede pasar por alto variaciones importantes, lo que lleva a un subdiagnóstico o una clasificación errónea de la gravedad de la AOS”, sostiene el profesor Eckert.

Hacia una rutina regular

Para combatir la “apnea social”, Eckert recomienda mantener una rutina de sueño regular.

“Intentá mantener el mismo horario de sueño durante la semana y el fin de semana, asegurándote de dormir las 7 a 9 horas recomendadas por noche”, aconseja.

Mantener una hora fija para despertarse y usar la terapia prescrita para la AOS, incluso los fines de semana, e irse a dormir cuando tenga sueño ayuda a asegurarse de dormir lo suficiente y, con frecuencia, a evitar el pico de AOS durante el fin de semana, cierra.

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fuente: CLARIN

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