El último Boletín Epidemiológico Nacional reportó hasta la semana 34 un total de 1.549 casos sospechosos en humanos, de los cuales 72 fueron confirmados y 62 clasificados como probables. En animales, se notificaron 517 casos en perros, con 107 positivos, lo que refuerza la preocupación de las autoridades por la circulación de la enfermedad, especialmente en la región centro y noreste del país.
El 85% de los casos confirmados y probables se concentró en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, aunque también se registraron contagios en Córdoba, Misiones, Río Negro, Santa Cruz, Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Corrientes, La Pampa y Tucumán. En la región centro, la leptospirosis ya provocó seis fallecimientos, mientras que el período de mayor circulación coincidió con el verano y el inicio del otoño, marcado por intensas precipitaciones y actividades agrícolas que aumentan el contacto con aguas contaminadas.
La enfermedad, provocada por bacterias del género Leptospira, es una zoonosis que puede transmitirse de animales a personas. En entornos urbanos, las ratas y ratones son los principales portadores, aunque también se encuentra en perros, ganado y otras especies. El contagio ocurre cuando la piel o las mucosas entran en contacto con agua, barro o suelos contaminados con orina de animales infectados, lo que convierte a las inundaciones y actividades al aire libre en factores de riesgo.
Los síntomas iniciales pueden confundirse con un resfrío: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general, mientras que los casos graves pueden derivar en ictericia, hemorragias pulmonares o complicaciones renales y hepáticas. Los expertos recomiendan acudir al médico ante cualquier sospecha y comenzar el tratamiento con antibióticos lo antes posible, ya que la enfermedad puede manifestarse hasta 15 días después de la exposición.
