
La crisis sanitaria en Brasil suma cerca de 195 casos registrados de intoxicación por metanol y al menos dos muertes confirmadas, con la mayoría de los casos concentrados en São Paulo y episodios en varias otras jurisdicciones.

El metanol es un alcohol industrial altamente tóxico cuya ingestión produce inicialmente síntomas similares a la ebriedad y puede evolucionar a visión borrosa o ceguera, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, coma y muerte; los signos pueden aparecer entre 40 minutos y 72 horas después de la exposición. Las complicaciones graves incluyen acidosis metabólica, insuficiencia renal y falla multiorgánica.
Las autoridades sanitarias activaron una respuesta de emergencia: la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) coordina búsquedas de antídotos como fomepizol y distribuye etanol farmacéutico manipulado como medida provisional; mientras tanto, se recomienda evitar el consumo de destilados de origen incierto y denunciar lotes o locales sospechosos.
