
En apenas cinco días, Córdoba quedó impactada por dos muertes súbitas de adolescentes de 13 años. El 11 de septiembre falleció Amadeo Ruiz, jugador de la octava división del club San Lorenzo, mientras entrenaba en la ciudad capital. Días después, el 15 de septiembre, Facundo Arias Prieto, estudiante del IPEM Arturo Illia de Villa Carlos Paz, se desplomó durante una clase de educación física y murió en el hospital Sayago.
Ambos casos, ocurridos en chicos sanos y activos, reavivaron el debate sobre la necesidad de reforzar los controles médicos en niños y adolescentes que realizan actividad física.
¿Qué es la muerte súbita y por qué ocurre?
El cardiólogo Néstor Rodolfo Benítez explicó que la muerte súbita es la cesación brusca de la función cardiorrespiratoria, generalmente de origen cardíaco. Aunque algunos signos como fatiga, dolor en el pecho o dificultades respiratorias pueden ser alertas, muchas veces los estudios básicos no alcanzan para detectarla.
Por eso, especialistas remarcan la importancia de evaluaciones médicas más completas, realizadas por profesionales idóneos, para garantizar que los jóvenes estén en condiciones de entrenar sin riesgos.

La importancia del examen médico obligatorio
Tras la muerte del basquetbolista cordobés Gabriel Riofrío en 2001, se implementó el Examen Médico para la Mediana y Alta Competencia (Emmac), que es obligatorio en toda la provincia. Incluye chequeos clínicos, electrocardiogramas, estudios ergométricos, análisis de sangre y, en algunos casos, ecografías y fondo de ojos.
Este examen debe renovarse cada año y se exige desde los 4 o 5 años hasta la edad adulta, no solo para deportistas federados, sino también para jugadores amateurs, árbitros, entrenadores y monitores.
El dolor de los clubes y las familias
Desde el club San Lorenzo aseguraron que Amadeo contaba con todos los certificados médicos en regla y que incluso los entrenadores realizan cursos de RCP obligatorios. “Es un golpe muy fuerte. Somos un club de contención social y lo que pasó es una tragedia que puede ocurrir incluso en deportistas profesionales”, lamentó el presidente Gabriel Juri.
Los especialistas coinciden en que, aunque no siempre es posible prever un caso de muerte súbita, la prevención y la realización de estudios profundos son claves para reducir riesgos y salvar vidas.