
La llegada de la primavera trae días más largos, flores y aire fresco, pero para muchas personas también significa estornudos, picazón de ojos y congestión.
En Argentina, miles de personas sufren cada año de rinitis alérgica estacional, más conocida como alergia al polen. En Vía País te contamos qué la provoca, cómo reconocer los síntomas y qué medidas simples pueden ayudarte a sentirte mejor.

Qué es la alergia primaveral y por qué aparece
La alergia de primavera, o polinosis, ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada al polen de árboles, pastos y flores que circula en el aire. En esta época, el viento transporta granos microscópicos que, al ser inhalados, pueden desencadenar reacciones en personas sensibles.
Síntomas más frecuentes
Reconocer los signos de la alergia permite actuar a tiempo.Los más comunes son:
- Estornudos repetidos
- Congestión o goteo nasal
- Picazón en nariz, garganta u ojos
- Ojos llorosos o rojos
- Tos seca o silbidos al respirar
Si los síntomas persisten varios días o se combinan con fiebre, es importante consultar a un médico para descartar otras afecciones.

Medidas de prevención en casa y al aire libre
Aunque no se puede evitar el polen, sí es posible reducir el contacto:
- Ventilar en horarios de menor polen (temprano a la mañana o de noche).
- Mantener ventanas cerradas en días de viento.
- Cambiarse de ropa y ducharse al llegar a casa para eliminar restos de polen.
- Usar anteojos de sol y mascarilla en exteriores durante picos de polinización.
- Aspirar con filtro HEPA y limpiar superficies con paño húmedo.
Tratamientos y alivio
Los especialistas suelen indicar:
- Antihistamínicos de venta libre o recetados.
- Aerosoles nasales con corticoides para reducir la inflamación.
- Vacunas antialérgicas (inmunoterapia) en casos crónicos.
Nunca automedicarse sin orientación médica, especialmente en niños.
Cuándo consultar a un profesional
Si los síntomas son intensos, dificultan el sueño o provocan silbidos en el pecho, se recomienda una consulta con un alergólogo o médico clínico. Un diagnóstico preciso permite iniciar el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.
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