
Buenos Aires (AT) – La hegemonía de Amazon, Microsoft y Google en el mercado global de servicios digitales se convirtió en un problema estratégico para Alemania. La creciente tensión política con Estados Unidos y la concentración de poder en pocas empresas generaron una reacción desde el Estado y sectores tecnológicos alemanes, que ahora buscan alternativas propias en pos de la soberanía digital.

Un mercado dominado por tres gigantes
Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud controlan aproximadamente dos tercios del mercado mundial de servicios en la nube, según datos de Bitkom, la asociación digital alemana. Estos servicios son fundamentales no solo para empresas privadas, sino también para organismos estatales, escuelas, hospitales y gobiernos locales en toda Alemania.
El 90% de las empresas alemanas admite que no podría operar sin esas tecnologías, lo que evidencia el nivel de dependencia. Esta situación genera preocupación, especialmente frente al avance de gobiernos como el de Donald Trump, que podría utilizar a las big tech como herramientas de presión política.

Preocupación por la seguridad y la soberanía
Una encuesta reciente publicada por Bitkom reveló que el 38% de las empresas alemanas considera “gravemente debilitada” su confianza en EE.UU. como proveedor tecnológico, mientras que el 60% restante también declaró sentir una pérdida de confianza, aunque en menor medida.
Ralf Wintergerst, presidente de Bitkom, señaló que la dependencia no se limita a EE.UU.: también preocupa el papel creciente de empresas chinas. “Las empresas alemanas están inquietas por la falta de alternativas locales. Se necesita una estrategia clara para garantizar la soberanía digital”, declaró.

La experiencia de Múnich: descentralizar para recuperar el control
En Múnich, la jefa de digitalización del municipio, Laura Dornheim, encabeza un proyecto de infraestructura propia. Desde hace más de una década, la ciudad gestiona sus propios centros de datos para procesar información sensible. Aunque todavía utilizan servicios de cloud estadounidenses, se está trabajando para reducir esa dependencia.
“Nos volvimos demasiado dependientes de ciertos jugadores. Esto incluye hardware, software y ahora también inteligencia artificial. Necesitamos una estrategia equilibrada”, explicó Dornheim. También remarcó que una ruptura total con los gigantes tecnológicos no es realista ni conveniente. “Hay que encontrar socios adecuados y renegociar los vínculos de forma consciente y responsable”.

El “Deutschland-Stack”: la apuesta del gobierno federal
En respuesta a estas preocupaciones, el gobierno federal alemán creó un Ministerio Digital y lanzó el proyecto “Deutschland-Stack”, una plataforma tecnológica nacional destinada a unificar el software y la infraestructura utilizada por la administración pública.
Según voceros oficiales, el Deutschland-Stack busca establecer estándares comunes en todo el país y reemplazar sistemas fragmentados que dificultan la eficiencia y la seguridad de los servicios estatales. Sin embargo, la iniciativa no estaría plenamente operativa antes de 2028, por lo que se trata de una estrategia de largo plazo.
Wintergerst respaldó el proyecto al considerarlo “un intento serio por reordenar un paisaje digital que lleva dos décadas funcionando sin planificación central”. Para los analistas, el desafío será combinar interoperabilidad, seguridad y escalabilidad sin perder competitividad ni eficiencia frente a los grandes proveedores internacionales.

Soberanía digital no es aislamiento
Tanto desde el sector público como privado, los especialistas coinciden en que la independencia tecnológica no implica cerrarse al mundo. “No se trata de romper con todos, sino de decidir con quiénes nos vinculamos y bajo qué condiciones”, aclaró Dornheim.
La clave, según esta visión, es la autodefinición: que Alemania pueda diseñar sus procesos digitales con libertad, sin quedar rehén de intereses externos. En ese camino, la cooperación europea también juega un rol importante, tanto en infraestructura como en regulación.

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