Alejandro Servide: La IA no viene a reemplazar al trabajador, sino a completarlo

Un reciente estudio sobre mercado laboral e Inteligencia Artificial (IA) realizado por Randstad a nivel global, revela que el 48% de los trabajadores argentinos considera importante la formación en Inteligencia Artificial (IA), sin embargo, un 86% de ellos afirma no haber recibido capacitación en el tema por parte de su empresa. Alejandro Servide es Director de Randstad Professional, Digital & Enterprise para Argentina y Chile, y en diálogo con RÍO NEGRO brindó su mirada respecto a la IA en el mercado laboral.

PREGUNTA: ¿Existe resistencia en las empresas al uso de la IA?
RESPUESTA:
Si nos remontamos 1 o 2 años hacia atrás, había algunas compañías que te decían, prohibido el uso de la inteligencia artificial con las herramientas corporativas. Luego fueron aflojando y dijeron ‘bueno, sí podés usar esta herramienta y esta otra’. La verdad es que no se puede tapar el sol con las manos.

P: ¿Las empresas están demorando más que los trabajadores en advertir la incidencia de la IA?
R:
Sí, lo que vemos es que las personas se autocapacitan cada vez más para hacer uso de la inteligencia artificial. Según nuestra encuesta global, un 48% de las empresas a nivel mundial consideran muy importante la capacitación en IA, mientras que en Argentina solo un 5% de las compañías han iniciado procesos de capacitación. Y eso tiene que ver con la adaptación de las herramientas y la confianza que tiene que delegar una compañía en la inteligencia artificial.

P: ¿Hay temor en delegar el control a la IA?
R:
Es como todo. Al principio, obviamente necesitás de una supervisión, de un constante seguimiento de las personas, hasta que podés garantizar que ese proceso se puede delegar en un 100% en una herramienta, por ejemplo en la inteligencia artificial, y a partir de allí, recién las compañías arman los procesos, políticas, procedimientos, y empiezan como a soltar. Una de las características de aquellas empresas con alta dotación, son las altas y bajas de personal a través del sistema. Se han desarrollado robots que pueden hacer ese trabajo, pero siempre está la mirada del hombre controlando, es decir, no hay una delegación al 100% de esa tarea. Ahí es donde vemos que las compañías no están capacitando a la misma velocidad en que las personas ya usan esa inteligencia artificial.

No hay que tenerle miedo a la IA, sino saber que en el proceso que estamos viviendo, las personas vamos a tener que aprender, desaprender y adaptarnos a nuevas modalidades de trabajo.

P: ¿Cuál es el principal aporte de la IA al ámbito laboral?
R:
La inteligencia artificial viene para ayudar en aquellas tareas repetitivas, aburridas, reiterativas, y a permitir que en ese espacio el ser humano pueda desarrollar una tarea con más propósito. O sea, no es que la inteligencia artificial reemplaza al humano, sino que completa una tarea. Lo que se busca al incorporar IA es que mejore la productividad, y que el trabajo que cada una de las personas realizamos tenga un sentido, y no sea solamente la carga de un dato, sino que pueda trascender un poquitito y que eso también le permita crecer. En otras palabras, la inteligencia artificial va a venir a cubrir aquellas tareas básicas y esenciales, y esto va a llevar a que las personas que ingresan al mundo de trabajo o a su primer empleo necesiten aprender y desaprender constantemente, y adquirir nuevas competencias, porque hoy las básicas las va a realizar la inteligencia artificial.

P: ¿Cuáles son los sectores que se verían impactados más rápido?
R:
Los sistemas de automatización, la digitalización y la inteligencia artificial van de la mano. Hemos visito compañías, sobre todo autopartistas, en donde el robot hasta lleva las piezas a la línea de producción, y parte del control de calidad ya lo está haciendo hoy robótica. Si vas al mundo de los servicios, y a existen bares automáticos donde el robot prepara los distintos cócteles, algo que antes lo hacía una persona. Ahora, en hotelería y otro tipo de servicios, los clientes siguen prefiriendo la atención personalizada, quieren que cuando llegues al hotel, o a tu lugar de vacaciones, te reciba una persona, te dé la bienvenida. No obstante en esos espacios en que alguien es reemplazado por la inteligencia artificial, lo que hay que tener en cuenta, es que esa persona no se queda sin trabajo, sino que esa persona puede realizar otro tipo de tareas. No hay que tenerle miedo a la IA, sino saber que en el proceso que estamos viviendo, las personas vamos a tener que aprender, desaprender y adaptarnos a nuevas modalidades de trabajo.

P: Hay rasgos humanos que la IA todavía no puede reemplazar, principalmente las habilidades blandas como la empatía o el trabajo en equipo…
R:
Totalmente. Puede ser muy simpático o divertido llegar a un bar y que una máquina que te prepare el trago. Pero si tenés que hacer algún chiste o querés intercambiar dos palabras, sabés que estás hablando con una máquina, no con una persona. Estas competencias blandas, o soft power skills, son básicas en la interacción entre las personas, y eso no va a ser fácil de reemplazar.

Un 70% de los trabajadores dice que la empresa lo capacita, pero un 50% dice que esa capacitación no es la que necesita. Hay un gran desafío en que las capacitaciones estén alineadas a las necesidades que tienen las organizaciones, pero también a las expectativas que tienen los candidatos.

P: ¿Se puede regular el uso de la IA en el trabajo?
R:
Bueno, en países europeos, o en Norteamérica, ya están empezando a trabajar en las regulaciones para el manejo de la inteligencia artificial. La pregunta es ¿Hasta dónde una compañía va a poder reemplazar al ser humano con una inteligencia artificial? Es el debate que se viene. El ser humano se va a resistir a ser reemplazado, y a la vez los trabajadores, ya minimizan tiempos y agilizan su tarea utilizando con la inteligencia artificial.

P: ¿Se puede delegar a la IA la captación de talentos?
R:
Sí, eso está pasando. Muchas compañías ya cuentan con un motor de búsqueda inteligente, donde el candidato aplica directamente, y ya no hay una persona abriendo un sobre y leyendo un currículum, sino que directamente la aplicación toma en cuenta los parámetros, por ejemplo un ingeniero en informática que resida en tal zona, que tenga tales competencias duras, blandas, etcétera, y me trae todas las personas que se postulan. Pero a su vez también le envía al candidato una alerta diciendo alguien vio tu currículum. Ahora, ¿qué pasa? Hay sesgos. Si al aplicar el candidato no puso esas palabras claves que yo como reclutador estoy buscando, posiblemente yo pierda de entrevistar a ese candidato. Entonces hay un mix, donde la inteligencia artificial ayuda un montón, pero hasta acá nada ha reemplazado la entrevista personalizada.

P: ¿Cómo incide la capacitación en la estabilidad laboral?
R:
Nosotros desde Randstad hacemos un estudio de marca empleadora en donde analizamos y encuestamos a más de 5.000 personas que te dicen cuál es la percepción de determinadas marcas, o determinadas empresas. Hoy el candidato elige donde trabajar. Una vez que pudiste avanzar y captar a los mejores talentos, viene la otra etapa que es la fidelización. Y ahí es donde entra este capítulo de capacitación, el upskilling, reskilling. En esa misma encuesta preguntamos ¿Recibís capacitación de tu compañía? Un 70% te dice que sí. ¿La capacitación que recibís es la capacitación que necesitas para tu tarea? La mitad dice que no. Por lo tanto, creo que hay un gran desafío en que las capacitaciones, en que los programas que realizan las compañías, estén alineados a las necesidades que tienen las organizaciones, pero también a las expectativas que tienen los candidatos. ¿Por qué? Porque uno de los motores de fidelización para que las personas elijan trabajar en una compañía, pero luego elijan también permanecer y desarrollarse, tiene que ver con el plan de trabajo a futuro, con el plan de desarrollo individual.

P: ¿Los candidatos eligen una empresa considerando el uso de la tecnología?
R:
Vemos que las empresas más atractivas también son aquellas empresas que tienen foco en la innovación, en ir más allá, en poder generar planes con propósito. Aquellas compañías que no solamente están pensando en la automatización, en la digitalización, sino que toman también a la IA como una herramienta más, y se preocupan por usar las últimas herramientas en vigencia. Esas atraen al talento. Y esto no tiene que ver solo con las nuevas generaciones, alcanza también al talento maduro.

Perfil


Alejandro Servide es graduado en Ciencias Sociales (Universidad del Salvador) y Magister en Comunicación y Negociación Estratégica (Instituto Universitario de la Armada Argentina).
Ingresó en Randstad en 1997 como Gerente de Sucursal en Pilar y logró una sólida trayectoria en la gestión en compañías de staffing de Argentina, Chile y Uruguay.
Actualmente es Director de Randstad Professional, Digital & Enterprise para Argentina y Chile.

fuente: GOOGLE NEWS

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