
Opinión
1 de Diciembre de 2025
Por Gaetano Salierno, director de estrategia de Accenture Argentina
En el mundo corporativo, las fusiones y adquisiciones siempre fueron consideradas un proceso desafiante. Identificar la empresa adecuada, establecer el valor para la operación y concretar el deal es solo la primera parte. El verdadero obstáculo aparece después, en la integración. En este punto, la inteligencia artificial generativa y, en particular, la Agentic AI, empiezan a cambiar las reglas del juego.
La Agentic AI se refiere a un conjunto de agentes autónomos basados en IA capaces de ejecutar tareas complejas y multietapas de manera continua, como si se trataran de analistas incansables. A diferencia de las aplicaciones tradicionales de IA, que resuelven un problema puntual, estos agentes pueden coordinar procesos completos, detectar anomalías y proponer mejoras en tiempo real.
Un estudio de Accenture revela que el 82% de los ejecutivos ya usa IA y analítica avanzada en las etapas previas a una fusión o adquisición. Gracias a estas tecnologías, se analizan targets más rápido, se afinan las ofertas y se planifican estrategias de creación de valor con mayor precisión. Sin embargo, en el momento de la integración, pocas empresas aprovechan la IA en esa instancia, aunque quienes lo hacen tienen hasta cuatro veces más posibilidades de capturar valor sostenido después de la operación.
Los datos lo confirman. Las compañías que lograron modernizar sus operaciones con IA pasaron del 9% en 2023 al 16% en 2024. Además, quienes incorporan Agentic AI alcanzan 2,5 veces más crecimiento de ingresos, 2,4 veces más productividad y 3,3 veces más éxito en escalar casos de uso de IA. En sectores como medios y telecomunicaciones ya se vieron casos concretos: automatización de la integración de datos que no solo aceleró procesos, sino que mejoró la calidad de la información de clientes.
En fusiones grandes, la integración suele tardar entre 9 y 24 meses. Ese período es crítico porque muchas veces la empresa deja de mirar hacia adelante. Sin embargo, es justo allí donde la Agentic AI puede marcar la diferencia. Al actuar como un “analista incansable”, permite rediseñar procesos clave como procure-to-pay, detectar redundancias, automatizar pagos y optimizar la gestión de proveedores. Todo esto se traduce en menores costos y mayor velocidad.
Si bien el proceso de integración puede presentar ciertos desafíos, como datos incompletos, brechas culturales y diferentes niveles de madurez tecnológica entre las empresas fusionadas, estos obstáculos suelen ser habituales en este tipo de operaciones. Los líderes que mejor capitalizan la Agentic AI lo hacen con pilotos en operaciones reales, capacitación práctica de los equipos y una estrategia clara sobre qué construir, qué comprar y con quién asociarse.
La experiencia demuestra que la integración post-M&A puede convertirse en una oportunidad para innovar y optimizar procesos, en lugar de ser simplemente un trámite costoso o una pausa en la innovación. Con Agentic AI aplicada desde el inicio, la integración se convierte en una palanca para mejorar la eficiencia, generar sinergias y preparar a la compañía para un crecimiento competitivo y sostenible.
(*) Gaetano Salierno: Director de estrategia de Accenture Argentina
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