Acoso Escolar: un caso más de bullying en escuelas de nuestra región

El bullying social es una de las formas más comunes de maltrato entre pares e incluye todas las acciones que apuntan a aislar a un niño, niña o adolescente de su grupo.

Es una forma de violencia que consiste en hacerle sentir a alguien que no es querido y que está solo. Se da de modo gradual hasta la exclusión total y provoca daños emocionales.

Un adolescente se sienta solo en el aula, nadie se le acerca. Los bancos alrededor permanecen vacíos y queda atrapado en medio de una isla de pupitres. En el comedor no comparte la mesa con otros; lo mismo en el patio. Se siente avergonzado, humillado y triste.

La escena es real y una de las típicas que describen la marginación de alguien no integrado a algún grupo.

La psicopedagoga Mercedes Mochkofsky, capacitadora en la detección y prevención del acoso, explica: “es una forma de violencia a veces difícil de detectar porque suele darse de manera gradual hasta provocar la exclusión social del hostigado”.


UN CASO DE BULLYING EN NUESTRA REGIÓN

Elizabeth Ávalos, es una mamá de Monte Cristo y tiene una hija adolescente que asiste al I.P.E.M Nº 229 Miguel Lillo, en la localidad de Piquillín. Nos cuenta la experiencia que tuvo que experimentar su hija y la secuencia de interacción con los directivos del establecimiento.

“Mi hija fue víctima de bullying en esta institución y tras varios avisos sin solución por parte parte de la directora de la escuela, me decidí a hacer la denuncia correspondiente”, arremete Elizabeth.

Luego de los episodios, la joven alumna fue agredida físicamente. Es en ese momento cuando Elizabeth explota y decide expresar su descontento a través de las redes, harta de las evasivas recibidas a su problema.

“Más allá de mi caso específico, somos varias las mamás que estamos desconformes con el desempeño de la directora y de otros aspectos del colegio. Personalmente, siento que ella no está apta para llevar adelante una institución. No se comportó a la altura de la situación”, nos cuenta Elizabeth.

Elizabeth hace hincapié en algo importante: “quiero que se entienda que no pretendo cargar con la culpa a las niñas que agredieron a su hija, sino que quiero que se visibilice que este tipo de hechos son constantes en el I.P.E.M 229 Miguel Lillo. Incluso en otros colegios de la zona también y que muchas mamás me han hecho llegar otros videos de chicos en actos de violencia”.

En el descargo que Elizabeth hizo por Facebook contando su situación, varias personas comentaron su experiencia en esta institución. Situaciones de violencia en las que tampoco se hizo algo al respecto y en los comentarios también se hace referencia a las malas condiciones en las que se encuentra la escuela.

Por último Elizabeth pide: “Ya basta con las situaciones de bullying y violencia, basta de culpar a las víctimas. Busquemos el por qué, una solución. Apoyemos y dejemos de buscar causas equivocadas, eso sólo fomenta la rivalidad entre los alumnos”.


fuente: Informe de Virginia Zampini

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