La UNESCO fue establecida en un contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos países enfrentaban la devastación de sus sistemas educativos. La organización surgió con el objetivo de restablecer estos sistemas y garantizar que las comunidades, especialmente las más vulnerables, pudieran acceder a una educación de calidad. En su primera asamblea, 37 de los 44 países presentes votaron a favor de su creación, reflejando un compromiso global con la educación y la cultura.
Desde su sede en París, inaugurada en 1958, la UNESCO ha ampliado su misión a 195 países y 8 miembros asociados, fomentando un enfoque integral hacia la cooperación educativa, cultural y científica. A través de iniciativas como la erradicación del analfabetismo y el acceso universal a la educación básica, la organización busca asegurar que cada niño tenga la oportunidad de aprender y crecer en un entorno propicio.
Uno de los ejes centrales de la labor de la UNESCO es la promoción de la libertad de expresión y la diversidad cultural. A lo largo de su historia, ha apoyado la democratización de la comunicación, evidenciada en informes como el Informe MacBride, y ha trabajado en la protección de los derechos humanos. Este enfoque ha permitido la creación de un espacio donde las ideas fluyan libremente y se respeten las voces de todas las comunidades.
La organización también desempeña un papel fundamental en el desarrollo de políticas científicas, promoviendo el intercambio global de conocimientos que impulsa el progreso en diversos campos. Su compromiso con la paz se traduce en la promoción del diálogo entre naciones, buscando siempre el respeto mutuo y la comprensión cultural.
Al celebrar el Día Internacional de la UNESCO, recordamos no solo su historia y logros, sino también el camino que queda por recorrer. La misión de la UNESCO es clara: construir un mundo donde la educación y el conocimiento sean herramientas para el avance en paz y la diversidad cultural.
#undíacomohoy en 1946 inicia sus funciones la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés). pic.twitter.com/OVCdee1IuO
— Patricia Galeana (@PGaleanaH) November 4, 2024
Efemérides del 4 de noviembre
Estos eventos, que abarcan desde el descubrimiento arqueológico hasta los avances en medicina y las luchas políticas, nos recuerdan la rica y compleja historia del mundo y su influencia en la sociedad contemporánea. Cada 4 de noviembre, reflexionamos sobre estas efemérides y el impacto que han tenido en nuestras vidas.
1913: La pérdida de un pionero
El 4 de noviembre de 1913 falleció en Buenos Aires el ingeniero Luis Augusto Huergo, a la edad de 76 años. Huergo fue el primer egresado de la Facultad de Ingeniería en Argentina y un referente en el desarrollo de la ingeniería nacional. Su legado se extendió más allá de su carrera profesional, ya que cofundó la Sociedad Científica Argentina, de la que fue primer presidente. Su contribución al avance de la ciencia y la educación en el país sigue siendo reconocida.
1922: El descubrimiento de Tutankamón
En una de las hazañas más célebres de la egiptología, el arqueólogo británico Howard Carter descubrió la tumba del faraón Tutankamón en el Valle de los Reyes, Egipto. Este hallazgo, ocurrido en 1922, reveló un tesoro casi intacto que proporcionó un valioso conocimiento sobre la vida y la muerte en el antiguo Egipto, convirtiéndose en un hito en la historia de la arqueología.
1937: Adiós a un naturalista
El 4 de noviembre de 1937, el médico, naturalista y escritor Eduardo Holmberg falleció en Buenos Aires a los 85 años. Holmberg fue una de las figuras más destacadas en las ciencias naturales de Argentina, contribuyendo con sus investigaciones y escritos a la comprensión de la biodiversidad del país y su entorno.
1944: Un hito en la medicina cordobesa
En 1944, se inauguró en Córdoba la “Sala de cirugía de urgencias”, el primer centro de trauma del interior del país. Este avance en el ámbito de la salud representó un gran paso para la atención médica en situaciones críticas. En 1948, el hospital se trasladó a un nuevo edificio donde funcionó hasta 1982, cuando se inauguró un espacio diseñado específicamente para sus servicios.
1963: Un árbitro histórico
El 4 de noviembre de 1963 nació en el barrio porteño de Villa Crespo Horacio Elizondo, un árbitro que dejaría una marca imborrable en la historia del fútbol argentino. En 2006, se convirtió en el primer argentino en dirigir la final de un Mundial, donde expulsó al legendario Zinedine Zidane en un partido memorable entre Italia y Francia.
1964: La pérdida de un escritor
El poeta y ensayista Ezequiel Martínez Estrada falleció en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1964. Miembro fundador de la Sociedad Argentina de Escritores, Martínez Estrada fue un intelectual influyente que recibió el Premio Nacional de Literatura en dos ocasiones. Su obra continúa resonando en la literatura argentina.
1967: Racing hace historia
En un emocionante encuentro, el Racing Club se convirtió el 4 de noviembre de 1967 en el primer club argentino en ganar la Copa Intercontinental, al derrotar al Celtic escocés en Montevideo. Este partido, conocido como la “batalla de Montevideo”, fue una demostración del talento argentino en el fútbol internacional.
1969: Nacimiento de un ícono del cine
El actor estadounidense Matthew McConaughey nació el 4 de noviembre de 1969 en Uvalde, Texas. Reconocido por su versatilidad y carisma en pantalla, McConaughey ha dejado una huella imborrable en la industria del cine, con un Oscar y un Globo de Oro entre sus numerosos reconocimientos.
1979: La crisis de los rehenes
En 1979, alrededor de 500 estudiantes iraníes tomaron la embajada de Estados Unidos en Teherán, secuestrando a 52 estadounidenses. Este evento, conocido como la “crisis de los rehenes”, tuvo un profundo impacto en la política estadounidense y se asocia comúnmente con la derrota del presidente Jimmy Carter en 1980.
1995: Asesinato de Isaac Rabin
El 4 de noviembre de 1995, el primer ministro de Israel Isaac Rabin fue asesinado por un disidente israelí al final de una marcha en apoyo a los Acuerdos de Oslo. Rabin, quien había recibido el Premio Nobel de la Paz en 1994, es recordado como un líder que trabajó por la paz en una región marcada por el conflicto.
