
Netflix lo hizo de nuevo. En su vasto y variado catálogo, hay una película que se destaca por ir más allá de todos los límites con una historia cargada de pasión, tensión y erotismo explícito. Se trata de 365 días, una producción polaca que desde su estreno en 2020 no ha dejado de sumar reproducciones y se posiciona como una de las más vistas en la historia de la plataforma. Su éxito fue tal que incluso generó dos secuelas, Aquel día y 365 días más, que mantienen el mismo tono provocador y atrapante.
La trama gira en torno a Laura Biel (Anna María Sieklucka), una exitosa asesora de ventas con una vida amorosa sin sobresaltos, que en un viaje a Sicilia conoce a Massimo Torricelli (Michele Morrone), un heredero de la mafia siciliana. Él, decidido a conquistarla a toda costa, la secuestra y le da exactamente un año —365 días— para que se enamore de él. Esta combinación de intriga, escenas jugadas y relaciones cargadas de tensión hizo que la película explotara en popularidad entre los suscriptores de la N roja.
365 días fue duramente criticada por algunos sectores, pero eso no impidió que se transformara en un fenómeno global. La química entre los protagonistas, las escenas subidas de tono y una historia que mezcla romance, drama y peligro la convirtieron en un imán de reproducciones. Sin dudas, esta cinta se ganó su lugar entre las “joyas prohibidas” de Netflix, y su éxito demuestra que, a veces, lo más polémico es también lo más irresistible.