En Argentina, la desaparición de menores sigue siendo una problemática que afecta a decenas de familias. Según el último informe de Missing Children Argentina, publicado en noviembre de 2024, al menos 138 chicos continúan sin ser encontrados. Desde la ONG aseguraron que se reciben diariamente entre cuatro y cinco denuncias de desapariciones.
Cada año, aproximadamente 1.200 menores desaparecen en el país, y aunque la mayoría de los casos se resuelven rápidamente, hay situaciones que se extienden por años. Actualmente, 93 niños y jóvenes siguen sin ser localizados, y 25 de ellos llevan más de un año desaparecidos. Además, diez de estos casos datan de hace una década. A esto se suman 45 personas que desaparecieron siendo menores de edad y que, a pesar de haber alcanzado la mayoría de edad, siguen sin ser halladas.
Desde Missing Children insisten en que la rapidez en la denuncia es clave para resolver cada situación.
La “hora de oro”
Desde Missing Children explican la importancia de la “hora de hora”, el período inmediatamente posterior a la desaparición en el que hay más posibilidades de encontrar al menor en su entorno habitual. Contrario a lo que muchos creen, no es necesario esperar 24 horas para denunciar un extravío. Missing Children solo puede intervenir una vez que la denuncia ha sido radicada oficialmente, tras lo cual difunden la imagen y datos del menor en redes sociales para ampliar la búsqueda.
Desde 2019, Argentina cuenta con la “Alerta Sofía”, un sistema de emergencia que coordina la localización inmediata de niños desaparecidos en situación de alto riesgo. Sin embargo, su efectividad ha sido variable: si bien ayudó en casos como el de Abril Caballé en 2019 y la beba sustraída en Tartagal en 2023, en otros, como el de Guadalupe Lucero, no logró dar con la menor. En el caso más reciente, el de Loan Peña en 2024, la alerta se activó con retraso, lo que generó críticas sobre su implementación.
Una de las herramientas más innovadoras que se ha sumado en la búsqueda es el uso de inteligencia artificial para realizar progresiones de edad, en colaboración con Missing Children Italia. Estas recreaciones permiten actualizar la apariencia de niños que llevan años desaparecidos, incrementando las posibilidades de reconocimiento.
